Cuando terminó de ver Hacia rutas salvajes, lloró, lloró mientras terminaba de recoger los platos de la mesa. Lloró sola. Y corrió a escribir una crítica en la web de cine en la que buscaba recomendaciones y añadía las suyas todas las noches. Y pensó en comprar el libro, sí, al día siguiente pasaría por la librería...
Y también pensó que también la tristeza es solo real cuando se comparte. Ese era todo su consuelo.
Se acostó sola y sin emociones, como cada noche.
HAPPINESS ONLY REAL WHEN SHARED |